Por un transporte público de calidad
Ainhoa Orzanco
Un año más, los trabajadores de Bizkaibus están en huelga. Durante varios años seguidos, los operarios de la compañía de autobuses de Bizkaibus, único transporte público con el que se puede acceder desde Bilbao y Bizkaia al campus de la UPV/EHU en Leioa, hacen huelga para luchar por unas condiciones dignas de trabajo.
Los trabajadores no están solos en esta huelga, los sindicatos Ikasle Ekintza, Frente de Estudiantes, Ikasle Abertzale, ELA, LAB, CCOO y Steilas les acompañan en esta lucha por sus derechos. Los estudiantes muchas veces culpan a los autobuseros de las condiciones en las que viajan de camino a la universidad. Unas circunstancias que cabe decir, son inadmisibles: autobuses que van abarrotados con más personas de las que por ley deberían de llevar, la mayoría de pasajeros van de pie, eso en el caso de que se logre subirse a un autobús porque hay menos vehículos de los necesarios para transportar a todos los alumnos.
Sí que hay diferentes líneas que llegan hasta el campus, sin embargo, no las suficientes o no con la frecuencia necesaria para que los pasajeros lleguen a tiempo a su destino. Los autobuses pasan cada 20, 30 o incluso 60 minutos y normalmente uno por cada tiempo, lo que significa que se forman colas, los autobuses van siempre llenos y los estudiantes tienen que viajar en unas condiciones pésimas, de pie y apretujados.
Los sindicatos estudiantiles y cualquier alumno de la Universidad de la UPV/EHU se queja y con razón de cómo funcionan los Bizkaibus para subir hasta el Campus de Leioa. Es complicado que apoyen la huelga al 100% porque estos parones de protesta o los días con servicios mínimos a los únicos que perjudican son a los propios estudiantes. Se supone que los conductores de Bizkaibus también luchan por el derecho de los estudiantes de tener un servicio de transporte público de calidad, aún así las víctimas son los alumnos que durante los días de huelga todo son impedimentos para asistir a clase. Hay que tener en cuenta que en muchas asignaturas se cuenta la asistencia o la entrega de prácticas y con las huelgas muchos estudiantes no llegan a la hora a sus respectivas clases.
A pesar de lo que se pueda pensar en un primer momento los chóferes no tienen la culpa, todo lo contrario ellos son los más perjudicados por las empresas que regulan el servicio de Bizkaibus. Las condiciones en las que trabajan son inadmisibles y ya no aguantan más. Por eso desde noviembre realizan paros diarios de varias horas y desde esta semana además de los paros que realizan han comenzado manifestarse por las calles de Bilbao. Los autobuseros piden un convenio digno, una subida salarial y que se respete la bolsa de trabajo. Para llegar a un acuerdo ven necesario que la Diputación meta mano en el asunto para facilitar las negociaciones. De esta forma se pretende que tanto los trabajadores como los usuarios de Bizkaibus salgan beneficiados, por ello se está trabajando conjuntamente desde todos los sindicatos tanto de trabajadores como de estudiantes.
Otro tema que despierta polémica es el dinero. Lo que cuesta subir a diario a la UPV/EHU en el campus de Leioa. Se calcula que el precio anual es de unos 360 euros. Hay que tener en cuenta que la mayoría de personas que suben al campus son estudiantes y dependen económicamente de sus padres. Padres que no solo pagan los gastos de sus hijos en transporte sino que tienen otros tantos gastos. Sin embargo, no tienen ningún descuento ni bono. Es cierto que existen abonos, pero con la condición de que estés empadronado en Bizkaia. La mayoría de personas de esta universidad vienen de otras comunidades autónomas por lo tanto no pueden acceder a dichos descuentos. Es impensable que un estudiante o joven no obtenga ningún abaratamiento del coste del transporte público. Los estudiantes no empadronados en Vizcaya ni siquiera pueden optar a escoger el pago anual con el que te ahorras algo de dinero porque solo es válido para los vizcaínos.
Estos parones en los autobuses hacen que los estudiantes lleguen tarde a clase e incluso a presentaciones o exámenes, lo que puede perjudicar directamente en su evaluación. Ir a la parada de autobús a la hora e incluso con antelación no garantiza ni siquiera montarte en el vehículo ya que al ir llenos ni siquiera paran. Ante esta realidad, los estudiantes deciden ir en sus propios turismos lo que produce más atascos por el aumento de vehículos en la calzada, el incremento de la contaminación y por supuesto, la posibilidad de que se produzcan más accidentes.
De momento la única solución que se ve a estos problemas es negociar y las negociaciones parece que no avanzan. Por lo tanto, la huelga parece que se va a volver indefinida y se espera un paro de 24 horas el día 21, día de San Tomás, día en el que Bilbao se vuelve una fiesta y la ciudadanía más usa el transporte público. El transporte público debería ser un servicio útil y que funcionase de la manera más óptima.